domingo, 11 de octubre de 2015

España 4 - Luxemburgo 0

Ganó España y casi se redime Piqué. Dos partidos, uno en el campo y otro en la grada. En la pradera, la selección certificó su duodécimo gran campeonato consecutivo, tránsito solo superado por Alemania, lo que revaloriza al fútbol español, un fijo en Mundiales y Eurocopas desde 1994 y con tres cumbres exitosas bien recientes.
La próxima parada, en Francia 2016. Allí acudirá un equipo que parece haber cerrado la traumática transición tras el último espanto mundialista y que ante Luxemburgo dejó huellas interesantes. Por ejemplo, el desparpajo de Bartra en una posición de barbecho en esta corriente favorable al mimo estilista a la pelota, el enganche de Morata, que pese a esa carrocería de grandote congenia de maravilla en la Roja de bajo centro de gravedad y el instinto depredador de Alcácer. Diego Costa tiene quien juegue y golee por él.

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